De pronto, escuché claramente que el sonido del acero al chocar las espadas anunciaba el coraje de los soldados de Aníbal.
El piso retumbaba con el avance de los elefantes ataviados con sus riquísimos atuendos de guerra.
Bolas de fuego silbaban al volar por encima de la ciudad...
Daniel Casanova Gómez
Daniel Casanova en su viaje a Túnez |